En todo nuestro organismo tenemos una serie de bacterias, hongos, virus, parásitos…buenas y malas y su equilibrio es muy importante.
La más conocida es la flora intestinal pero esta microbiota existe en todo nuestro organismo, no solo en nuestros intestinos.
Centrándonos en la microbiota intestinal está determinado desde el embarazo de nuestra mami, su tipo de alimentación, si nacimos por cesárea o vía vaginal, si tomamos pecho o bibe, si recibimos medicación, el tipo de alimentación que hemos ido teniendo a lo largo de nuestra vida, nuestro nivel de estrés, enfermedades…
Nuestras tripas se han identificado como nuestro segundo cerebro y es que está estrechamente conectado con nuestro cerebro. Todo lo que pasa ahí debajo afecta a lo que pasa arriba, y todo lo que pasa arriba afecta a nuestras tripas.
¿A caso no has estado enamorado y sentido mariposas en el estómago?
¿No has tenido diarreas ante un examen importante?
Estos son ejemplos sencillos, pero la cosa se puede complicar muchísimo. Tus bacterias van a determinar tu salud física, emocional, tu salud sexual, tu capacidad de aprendizaje, de memoria, la forma en que te relacionas….
¿Sabías que el 90% de tu sistema inmune depende de tu microbiota? Si tus tripas no están bien, tu sistema inmune se ve perjudicado, haciéndote no sólo más propensos a enfermar, vas a estar más propenso a sufrir dolor, sino también emocionales. Si tu diversidad bacteriana no anda bien, esto va a producir una inflamación que también se va a ver en tu cerebro haciéndote más vulnerable al estrés, la ansiedad, la depresión, el insomnio, a sufrir problemas sexuales.
Por eso, no te extrañes si un día vienes a mi consulta y te pregunto por tu caca, por tus gases, por tu forma de alimentarte… Sé que has venido por ansiedad o porque estás agobiado o triste últimamente, pero es que tu barriguita puede que tenga mucho que ver en eso.
VAMOS A PONER ORDEN
Todo este conjunto microbiótico y neuronal que hay en tus tripitas lo vamos a llamar SNE ( SISTEMA NERVIOSO ENTÉRICO). Si tu SNE no funciona bien, vas a tener un mogollón de problemas como pueden ser: problemas de ácidos gástricos, problemas a la hora de ir al baño, no vas a absorber bien los nutrientes y estarás más expuesto a la mal nutrición, problemas endocrinos, inmunológicos, es decir alteran todo tu organismo.
Por eso es importante cuidar todos estos bichitos, desde que estás en la barriguita de tu mamá hasta que eres adulto.
Cuando hay un desequilibrio en tu microbiota el sistema inmunitario manda a la carga una serie de sustancias que se llaman Citoquinas. Aumenta tu inflamación orgánica, también tu cerebro, afectando a todo: tu nivel de energía, tu estado de ánimo, tu sexualidad, la capacidad para aprender, la probabilidad de que enfermes… Estas citoquinas hacen la fiesta en tu cerebro, reduciendo el número de neurotransmisores importantísimos por ejemplo para nuestro estado de ánimo, a tu capacidad de motivación. Tienes más desganas, te mueves menos, te cuesta tomar decisiones, estás en hipervigilancia, más desanimado, más ansioso.
Existen multitud de factores, hay que tener en cuenta que no todos tenemos la misma microbiota, e incluso esta varía mucho de una cultura a otra.
Factores que pueden influir: