La única certeza de la vida es que un día tocará a su fin: aunque la muerte sea un proceso natural, los vínculos afectivos que establecemos la tornan dolorosa en multitud de ocasiones, especialmente cuando nos despedimos de seres queridos o familiares directos. Saber cómo superar la muerte de un padre o una madre nos prevendrá de sufrir en exceso ante un acontecimiento tan difícil.
Nuestros padres son nuestros modelos de referencia, con quienes hemos crecido y quienes, en mayor o menor medida, han contribuido a configurar quiénes somos. El fallecimiento de nuestro padre o madre será un punto de inflexión en nuestras vidas, y afrontarlo requerirá de nosotros un esfuerzo de raciocinio y canalización de emociones.
Nadie sabe cómo va a pasar un duelo de un padre, madre o hermano hasta que llega el día. Nunca es fácil asimilar un acontecimiento así, y menos cuando ocurre de forma repentina: durante la pandemia, muchas personas han perdido a sus progenitores repentinamente, y han tenido que hacer frente rápidamente a un torrente de emociones muy difíciles de gestionar.
En esos momentos se agolpan pensamientos que conviene desterrar cuanto antes, como sentimientos de culpabilidad o de negación del acontecimiento. Todos tenemos el derecho y la necesidad de llorar a nuestros padres.
Para superar el duelo por la muerte de un padre, conviene realizar un ejercicio interior de asunción y aceptación de lo sucedido: de nada sirve pelear contra lo que ya no se puede cambiar.
¿Cómo no pasar el duelo de un padre rememorando los mejores momentos de su vida? No te niegues el derecho a recrearte en los recuerdos que guardes con más cariño, porque serán los que queden en tu mente cuando el tiempo cicatrice la herida de la partida.
La capacidad de superar circunstancias traumáticas se obtiene también con trabajo interior y, por supuesto, con la ayuda de un psicólogo profesional.
No conviene pasar solo un duelo. Probablemente tu padre haya dejado tras de sí bonitos recuerdos en otras personas con las que se haya cruzado. Es el momento de reagruparse en torno a su figura y ayudarse mutuamente a superar el dolor de la despedida.
Se suele decir que la mejor forma de honrar a nuestros muertos es alcanzando la felicidad en vida. Una vez que has llorado a tu padre, ha llegado la hora de volver a tu rutina y de seguir adelante con más ganas de vivir que nunca: en el fondo, sabes que él lo habría querido así.
Aunque todos sepamos que la muerte nos tocará a todos por igual, casi nadie está preparado para despedirse para siempre de un ser querido. Con cariño y apoyo a nivel tanto psicológico como emocional sabrás cómo superar un duelo por la muerte de un padre.