Puede que alguna vez hayas conocido a personas que manifiestan varios tipos de obsesiones: comprobar varias veces si llevan encima las llaves o la cartera, volver siempre sobre sus pasos para comprobar que han dejado bien cerrada la puerta de su casa o del coche, o que no soportan estar cerca de objetos desordenados (propios o ajenos) y sienten la necesidad imperiosa de colocarlos en ese momento.
TOC son las siglas de Trastorno Obsesivo-Compulsivo; es un problema de origen neurológico y de naturaleza crónica, que acaba desencadenando un peculiar trastorno de ansiedad, y que puede aparecer durante la adolescencia o a través de un evento externo que actúe como disparador.
El individuo que lo padece es víctima de una serie de ideas recurrentes y persistentes (pensamientos obsesivos-compulsivos) que giran en torno a un miedo irracional y que le impulsan a ejecutar determinadas conductas que no puede controlar (igualmente irracionales) para aliviar esa sensación de miedo.
Lamentablemente, se trata de un asunto más grave que solo ser un “obseso del control“, “enfermo del orden” o “hipocondríaco“, ya que se tienen que enfrentar a dos problemas principales:
Todos los TOC buscan el orden: la manifestación más típica de este trastorno es que el individuo necesita urgentemente que todos los elementos con los que interactúa estén colocados en donde él considera su lugar. La clasificación de los TOC por tipos de orden viene motivada porque cada individuo presenta una obsesión focalizada hacia ordenar unas cosas u otras.
Su miedo a que suceda una catástrofe les obliga a cerciorarse reiteradamente de que todo está en su sitio: puertas, ventanas, interruptores, llaves del agua, objetos personales, etc.
Temen contraer alguna enfermedad infecciosa, por lo que el objeto es la higiene extrema, tanto propia como de otros objetos: considera que su forma de limpiar es la única que sirve.
El miedo a padecer una enfermedad grave les hace comprobar constantemente que su estado de salud no presenta ningún síntoma que pueda significar que la padezcan.
De entre los diferentes tipos de TOC, este hace que los individuos necesitan repetir sistemáticamente una serie de movimientos de forma rutinaria.
Su obsesión son los números, más bien las relaciones que puedan tener los números con aspectos de su vida cotidiana.
También conocido como Síndrome de Diógenes, necesitan acumular objetos sin aparente valor o utilidad.
Necesitan preguntar reiteradamente las mismas cosas una y otra vez.
No hay que confundir a una persona celosa del orden o del control con un sujeto que padece TOC: no es fácil convivir con este problema, tanto en primera como en tercera persona. Afortunadamente, es un trastorno muy estudiado y tipificado por los profesionales de la psicología, por lo que la terapia psicológica será de gran ayuda para garantizar la reducción de su impacto en la vida cotidiana.