El ejercicio físico es una actividad que puede ser social o individual y que ha cambiado a lo largo del tiempo, en un principio consistía en una actividad fundamental para sobrevivir, entre más resistencia y preparación física tenías, más probabilidades de encontrar alimento o de huir lo más rápido posible de una situación peligrosa. En la actualidad se considera un estilo de vida saludable, una forma de vivir donde conectamos mente y cuerpo para que ambos estén en armonía y destruya algunos enemigos como puede ser el estrés o ansiedad.
En cuanto a los efectos beneficiosos físicos del deporte podríamos destacar:
Pero no todo se queda ahí, también aporta importantísimos beneficios psicológicos:
ANSIEDAD Y DEPORTE
Al liberar adrenalina, el deporte disminuye nuestros índices de ansiedad. Los principales resultados se observan con las actividades aeróbicas, como salir a correr o montar en bicicleta.
Este tipo de prácticas deportivas nos liberan del estres producido por el trabajo y la rutina o, como bien decimos comúnmente, nos permite recargar las pilas, bajando el ritmo acelerado de nuestras vidas.
DEPRESIÓN Y DEPORTE
Al permitirnos estar en contacto con un grupo de compañeros, tener metas en común y compartir momentos de ocio, practicar deporte disminuye el malestar en las personas que se sienten depresivas. Aunque en un estado así lo primero que tiende a abandonar uno es la actividad física, saber que de mantenerla podemos disminuir ese malestar nos ayudará a recuperar cuanto antes nuestro normal estado de ánimo. El deporte pone en marcha todas las hormonas de la felicidad y reduce el cortisol, hormona enemiga número uno si no quieres tener ansiedad. Al hacer deporte te distraes de tus pensamientos rumiantes y nada positivos, lo cual además mejora la autoconfianza en uno mismo y mejora la autoestima.
A pesar de lo que muchos piensan, al hacer deporte notarás menos cansancio físico y emocional, es una descarga total de preocupaciones y tensión, lo cual te dará más energía para afrontar tu día de manera más ágil, mucho más concentrado y atento, haciendo un gran favor a tu capacidad memorística y tu capacidad de reacción motriz.
Si nunca has hecho deporte o hace tiempo que no te animas a ello, es muy importante la actitud y el pensamiento a la hora de realizar un deporte.
Si cada vez que vas a caminar o correr o hacer otro ejercicio piensas : ¡Esto es horrible! ¡Es una pérdida de tiempo! ¡Supone mucho dolor! Y demás atribuciones negativas, tu cerebro interpretará que el deporte en realidad es algo muy malo para tu salud y cuando te dispongas a hacer deporte seguramente durarás muy poco haciendo ejercicio haciendo que te rindas y dejes de ir.
La verdad es que el solo hecho de estar convencidos de que somos capaces de hacer algo, influirá muy positivamente en nuestro cuerpo a la hora de lograrlo. Cree en ti mismo y tendrás la mitad del camino recorrido.
Y es que nuestra actitud ante las cosas determina en buena medida aquello que conseguimos. La buena noticia es que sólo nosotros somos responsables de cómo nos enfrentamos a las circunstancias y, por lo tanto, podemos cambiar nuestra perspectiva ante los retos y adversidades.
A la hora de establecer tus objetivos deportivos, es muy importante marcar metas realistas, que seamos capaces de conseguir: si nuestra mente está convencida de que puede lograrlo, entonces nuestro cuerpo lo hará. Resulta muy complicado que el primer día que te pongas a hacer deporte te propongas directamente como meta un Iroman, pues eso requiere mucha preparación durante años, si ves que a los días no eres capaz aun de hacer 10 km, tu idea de Iroman te frustará y más probabilidades habrá de que renuncies al deporte.
¿Quieres hacer un Iroman igualmente? Ok no pasa nada, pero divide esa súper meta en otras más pequeñas y asequible, de manera que al final puedas llegar a tu meta final. Por ejemplo puedo proponerme primero lograr en dos meses hacer 10 km, luego apuntarme a natación y mejorar la técnica, hacer un triatlón, y así sucesivamente.
Enfréntate a tus retos sabiendo que puedes superarlos y estarás mucho más cerca de alcanzarlos: no pienses “voy a intentarlo”, sino “voy a conseguirlo”. ¡Cree en tí piensa en positivo!
Antes de ponernos a trabajar en algo debemos tener claro qué es lo que queremos conseguir: ¿cuál es nuestra meta a largo plazo? ¿Cuáles son nuestros deseos? Toma papel y boli y escríbelos en una hoja: una vez que sabemos qué es lo que queremos lograr tenemos que profundizar en algo un poco más intrincado: ¿por qué quiero hacerlo?
Recuerda establecer objetivos a corto, medio y largo plazo. Algunos quieren ponerse en forma por motivos de salud, otros por estética, para poder presumir de cuerpo en la playa… Hay quien quiere mejorar su fuerza para aprobar unas oposiciones, o quien quiere llegar a competir algún día.
Absolutamente todas las motivaciones son válidas: sólo debes encontrar la tuya. En este caso nunca te va a valer la motivación de otra persona: siéntate, tómate tu tiempo y reflexiona, porque la razón que te mueve a hacer ejercicio o a ir al gimnasio cada día debe ser sólo tuya.
AlGUNOS RECURSOS PSICOLÓGICOS A LA HORA DE HACER DEPORTE
2 Comments
Excelente tu trabajo presentado Gracias
Muchas gracias! La psicología es una parte fundamental en nuestras vidas al igual que el deporte