Seguro que ya te has dado cuenta de cuánto cuesta perdonar una infidelidad si estás viviendo esta situación. ¿Pero por qué es tan difícil? ¿Es un problema tuyo? ¿O le pasa a todo el mundo? Soy Patricia Maguet, psicóloga de parejas y en este artículo voy a tratar de aclarártelo.
Si crees que te está costando perdonar, creo que vale la pena que puedas darle alguna vuelta a qué significa perdonar para ti.
Para algunas personas perdonar significa olvidar, pasar página, dejar atrás. Llámalo como quieras.
Eso es justo lo que les gustaría que pasara a las personas infieles. O sea, que pudieras dejar de pensar en ese episodio de la relación. Que lo pudieras enterrar y que no volvieras a hablar del tema nunca más.
Y no, perdonar no tiene que ver con olvidar para siempre.
No olvidamos las cosas significativas que nos suceden en la vida porque no tenemos un botón que mágicamente borre esa parte de nuestra memoria como si borráramos una foto del móvil.
Perdonar tampoco significa negar lo que ha pasado ni justificar lo que se ha hecho.
Perdonar tampoco te obliga a reconciliarte con la persona que te ha hecho daño.
Hay una definición que me gusta que dice así: “perdonar es encontrar la forma de vivir con las consecuencias del error cometido por otra persona”
¿Qué te parece? Creo que tiene mucho sentido.
Porque de hecho si ha habido una infidelidad, tú ya estás viviendo las consecuencias. Y aun así puedes llegar a estar “en paz” cuando encuentras una forma de que no te cause tanto dolor. Por ejemplo, cuando entiendes que no es responsabilidad tuya, que no hay nada en ti que la haya provocado, que no te hace mi mejor ni peor como persona…
O en el caso de que decidas seguir con tu pareja, cuando puedes aceptar que tu pareja no es perfecta y si la sigues eligiendo, la eliges a pesar de sus fallos, sabiendo que es imperfecta.
Si tienes dudas sobre si seguir o no con tu relación, puedes hacer este test para saber si tu relación de pareja tiene futuro, que seguro que te va a ayudar.
Hay muchos motivos por los que cuesta perdonar una infidelidad. Te doy algunos ejemplos para que veas si te identificas con alguno:
Todos estos motivos son legítimos.
Nadie debe obligarte a perdonar, es algo que harás si eliges tomar ese camino, pero puedes no tomarlo.
Y a menudo te vas a dar cuenta de que tu decisión de si vas o no a perdonar, te puede llevar tiempo. No se da un minuto.
Lo que haga tu pareja durante ese espacio de tiempo, también hará que te decantes más por una opción que por otra.
Luego también he visto que, para algunas personas, perdonar es un síntoma de debilidad. Sienten que si fueran fuertes no tendrían miedo a romper la relación y dejar atrás la desconfianza.
Si embargo, no es así, al contrario, perdonar requiere valentía, fortaleza y esfuerzo. Básicamente porque no es el camino más fácil.
Ahora que ya tienes claro lo que cuesta perdonar una infidelidad, si decides seguir adelante, déjame darte alguna pista sobre cómo hacerlo.
Hay una primera pista muy importante y es que el perdón no es algo que se hace una vez y ya te lo quitas de encima, sino que perdonar es un proceso.
¿Qué significa que es un proceso? Pues que cada día, durante un tiempo, vas a tener que repetir ese esfuerzo por perdonar.
Cuando digo cada día me refiero a que cada vez que vuelva la rabia, la impotencia, la tristeza, el dolor… vas a tener que recordar que has elegido perdonar.
Por eso va muy bien que, en algún lugar secreto, tengas anotados los motivos por los que has decidido apostar por el perdón. En los momentos difíciles te irá bien buscar un espacio privado y releer tus motivos para volver a sintonizar con ellos.
Date tiempo, no te pasa nada malo por necesitar semanas o meses para perdonar.
Y hay una segunda pista que te va a ayudar, si has decidido perdonar, que pasa por tratar de entender a tu pareja.
No se trata de pensar en lo que tú hubieras hecho en su situación, sino al contrario. Conociendo a tu pareja, tratar de entender cómo se explica que tomara la decisión de ser infiel.
Ir sustituyendo, de nuevo con el tiempo, la ira, el miedo o el dolor por una mirada más compasiva, amistosa o comprensiva, te pone también en el camino del perdón.
Si has llegado hasta aquí seguro que ahora tienes más claro por qué cuesta perdonar una infidelidad y cómo puedes hacer para seguir avanzando. ¡Ánimo valiente!