Cada vez es más la presión por cumplir un estándar de belleza: tienes que vestir de una forma determinada, aparentar cierta edad, no tener manchas en la piel, una figura determinada, unos músculos concretos, incluso existe un estándar de belleza a nivel genital: pene de X tamaño y labios vaginales simétricos.
Toda esta inseguridad lleva a que cada vez sea más temprana la edad a la que nos sometemos a alguna cirugía estética, para “solucionar rápidamente” ese problema físico, y así ser más aceptado y sentirte más satisfecho con tu apariencia física.
Según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) determina que la edad media a la que nos sometemos a cirugías estéticas ha bajado de los 35 años a los 20 años. Es decir, habrá jóvenes incluso de 15 años que empiezan a hacerse algún retoque estético en el quirófano.
Ya desde las redes sociales encontramos esta presión. Filtros para poder aparentar unos labios determinados, unos pómulos más definidos, una piel más lisa, ojos de diferentes colores o incluso cómo quedaría tu cara si le pusieras botox. Los médicos de medicina estética se encuentran cada vez más jóvenes que vienen con su “foto” hecha con uno de estos filtros para expresar los retoques que realmente quieren.
Entre las operaciones más demandadas está el aumento de pecho, la simetría de los labios vaginales, el alargamiento de pene y también tratamiento con toxina botulínica y la eliminación de ojeras.
Se estima que en 2021 solo en España se hicieron cerca de 872 mil tratamientos estéticos, el 72% tratamientos faciales.
Aunque estos procedimientos pueden mejorar la apariencia física de una persona, también pueden tener efectos secundarios graves y duraderos, especialmente si se realizan en una edad temprana.
Los jóvenes que buscan la cirugía estética a menudo lo hacen porque están preocupados por su apariencia física, y creen que un cambio en su apariencia puede mejorar su autoestima y confianza.
Sin embargo, la mayoría de las veces el problema de autoestima no se soluciona con este retoque estético sino que es un problema mucho más profundo.
Además, la cirugía estética en jóvenes puede tener efectos secundarios que pueden afectar su salud y bienestar a largo plazo. Los jóvenes están en una fase de desarrollo importante, y cualquier intervención quirúrgica puede afectar su crecimiento y desarrollo. Además, cualquier procedimiento quirúrgico conlleva riesgos, especialmente si se realiza en una edad temprana. La cirugía estética también puede tener un impacto emocional en los jóvenes, ya que pueden experimentar altibajos emocionales después del procedimiento.
En algunos casos la cirugía estética puede ayudar a mejorar la confianza en sí mismo, pero no es un sustituto para reforzar nuestra autoestima.
Recordad que hay ciertas cirugías que van a cambiar totalmente la imagen que la persona tiene sobre sí misma y no siempre tiene que ser una imagen a mejor. Hay personas que les cuesta reconocerse a sí mismos después de ciertas operaciones estéticas y esto puede perjudicar más a su estado emocional.
Por eso, es importante trabajar el problema de autoestima desde raíz, a través de profesionales de la psicología, y luego si la persona lo quiere seguir considerando poder someterse a esas cirugías, puesto que hay ciertas operaciones que exigen un cambio de estilo de vida, que si la persona con baja autoestima y autoconfianza no tiene la motivación ni los hábitos necesarios puede volver a caer en ellos y por tanto perjudicar a la operación a la que se ha sometido.
Es importante la educación y el apoyo emocional de amigos y familiares. La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, puede ser especialmente útil para abordar los pensamientos y sentimientos negativos que pueden estar contribuyendo a las inseguridades.
Además, los jóvenes también pueden hacer cambios en su estilo de vida para mejorar su imagen corporal y autoestima. Esto puede incluir una alimentación saludable y equilibrada, ejercicio regular, y una buena higiene personal.
También pueden buscar actividades que les apasionen y en las que puedan destacar, lo que puede ayudarles a mejorar su autoestima.
Sobre todo pregúntate la razón principal por la que quieres este cambio estético
Hay personas muy obsesivas con la perfección y que pueden caer en una “adicción” a las operaciones y retoques estéticos, lo cual genera ansiedad y ahonda aún más la inseguridad de la persona.
Por eso, es importante que antes de que la persona se someta a una cirugía estética la persona sea evaluada por un profesional de la psicología para valorar ciertos aspectos de su personalidad, así como su estabilidad emocional.
Importante tener cuidado de aplicar una cirugía estética cuando: