En la vida, todos tenemos cosas que nos pesan. Pueden ser relaciones tóxicas, hábitos negativos, recuerdos dolorosos o incluso miedos. Todos estos elementos pueden actuar como un lastre que nos impide avanzar y vivir plenamente.
Soltar lastre para eliminar de tu vida lo que te perjudica es un proceso necesario para alcanzar la felicidad y el bienestar. Cuando nos liberamos de lo que nos perjudica, podemos abrirnos a nuevas oportunidades y experiencias.
En este artículo abordaremos la importancia de dejar atrás todo aquello que no nos suma y, como sabemos que es algo complicado de hacer y a lo que no estamos acostumbrados, te dejamos algunas recomendaciones para ir empezando.
Hay muchas razones por las que es importante soltar lastre:
Por un lado, nos permite concentrarnos en lo que es importante para nosotros. Cuando nos preocupamos por cosas que no podemos controlar, nos estamos distrayendo de los objetivos que realmente queremos alcanzar.
Por otro lado, soltar lastre nos ayuda a sentirnos más libres y ligeros. Cuando nos liberamos de lo que nos pesa, podemos movernos con mayor facilidad y flexibilidad. Cuando aprendemos a dejar ir lo que nos resta, empezamos a vivir con más paz y, sobre todo, con menos frustración y culpabilidad.
Además, nos permite crecer como personas, descubrir nuevas versiones de nosotros y nosotras mismas y motivarnos cada día para ser mejores personas. Al final del proceso, verás cómo te haces una persona más fuerte y resiliente.
Verdaderamente, este camino no es fácil. Quien te diga lo contrario… ¡Miente! Está claro que requiere de mucho esfuerzo y valentía. Pero, como todo en esta vida, se puede aprender.
Hay algunas cosas que podemos hacer para facilitar el proceso:
El primer paso es identificar lo que nos está afectando. ¿Hay alguna relación que te haga sentir mal? ¿Hay algún hábito que te impide alcanzar tus objetivos? ¿Hay algún recuerdo doloroso que te impide avanzar?
Una vez que hayas identificado lo que te pesa, puedes empezar a trabajar en soltarlo.
Una vez que hayas reconocido lo que te pesa, tienes que tomar decisiones. ¿Vas a seguir aferrándote a ello por miedo o quieres intentar soltar esa piedra pesada?
Tomar decisiones cuesta, claro que sí, pero es imprescindible para poder conseguir una buena salud mental. Puede que tengas que renunciar a cosas a las que estás acostumbrado o que te cueste superar los miedos. No obstante, es importante recordar que soltar lastre es una inversión en tu futuro.
Si te cuesta soltar lastre por tu cuenta, no dudes en pedir ayuda. Habla con un amigo, un familiar o un profesional.
A veces, todo lo que necesitamos es un empujón para dar el paso. Independientemente de los mensajes con los que nos bombardea la sociedad “Tú puedes con todo”, “No necesitas a nadie, tú solo eres suficiente”, “Tienes que ser fuerte”, la realidad es que
somos seres sociales que necesitamos de la ayuda de los demás, y más cuando la mochila es ya tan pesada que no podemos llevarla nosotros solos.
Como decíamos al principio, sabemos que este proceso no es fácil, así que aquí tienes algunos consejos adicionales para comenzar a soltar lastre:
Empieza por lo pequeño. No intentes cambiar todo de golpe. Haz una lista con todas aquellas cosas que quieres soltar y valora del 0-10 cuánto malestar te generaría decirle “adiós” a cada una de esas cosas. Cuando hayas puntuado, empieza por la que te genere menor molestia. Puede ser, por ejemplo dejar de seguir a ciertas cuentas en redes sociales o incluso empezar a decir “no” a ciertos planes. Puedes utilizar técnicas como el mindfulness en Valencia que te pueden ayudar a gestionar tus emociones.
Date tiempo y no te compares con ninguna otra persona. No te desanimes si no ves resultados inmediatos. No puedes desaprender en un día todo lo que has ido aprendiendo en años. Y viceversa: no puedes aprender en un día lo que no te han enseñado en años.
Celébralo. Cada vez que sueltes algo que te pesa, tómate un momento para celebrarlo. Esto te ayudará a mantenerte motivado/a. Puede ser recompensando con una “simple” frase motivadora para ti o también con algún plan que te guste mucho: ir al cine, de compras, a cenar con tus amistades, etc.
Soltar lo que nos hace mal es un proceso costoso, pero que realmente puede cambiar tu vida. Cuando te liberas de lo que te perjudica, estás dejándole las puertas abiertas a todo aquello que desconoces, pero que va a resultar muy beneficioso para ti (aunque eso también asuste un pelín al principio…).